Thursday, September 27, 2018

Maldito "Match"! PARTE 1.

Como muchos, de vez en cuando ocupaba la famosa aplicación Tinder. Nunca tuve mucha esperanza en encontrar algo ahí, en verdad, pero sí era bastante útil para pasar los ratos de aburrimiento.

Si bien tenía varios "matches", nunca les daba tanta importancia, porque me resultaba una lata tener que esperar respuesta a las horas o días después, además de no saber si el fulano estaba o no ahí para hablar más eficientemente.

Uno de esos días, conocí a un tipo que era médico, estaba en turno, así que poco podía responder. Como tenía nombre de mono animado, no pude evitar bromear y resultó darse una bastante interesante conversación (nada sexual). Con el paso de los días, nos habíamos agregado a WhatsApp, para poder hablar de forma más fluida.

Tampoco soy tan fan de WhatsApp (puta el cabro difícil!), pero tengo razones. Trabajo casi todo el día, ando de un lado para otro y estoy metido en varios grupos, por lo que responder se hace más difícil. Además, era alguien a quien recién conocía y en quien, admito, tampoco tenía tanto interés. Al final, era sólo uno más.

Pasaron los días, con conversaciones flojas, pero más fluidas al menos que las de Tinder y, bastante más interesantes, por lo demás. Ya había interés en conocernos, pero era una hazaña porque, además del poco tiempo de ambos, vivíamos a 95 kms de distancia (mala cosa...).Un día, el susodicho me llamó, diciendo que estaba cerca de mi casa y que podíamos vernos. Le dije que no, porque iba al supermercado y, en ese momento al menos, nada era más importante para mí que ir a comprar comida para pasar la semana.

Después de unas semanas, arremetió. Estábamos bien lejos, para variar. Él por Independencia y yo por La Reina, saliendo de una actividad social. Después de un rato, al final accedió a que nos juntáramos en mi lugar (win!), así que, a las 21 nos encontramos en un mall de esa comuna. Se veía bastante piola (igual me interesó más ahí jaja), fuimos a un bar a tomar mojitos y a comer chorrillana. Después de unos tragos, figuraba sentado en sus piernas  decidiendo qué canción íbamos a cantar en el karaoke.

Esa fue la primera vez que se atrevía a cantar en público. Yo estaba acostumbrado (aunque canto pésimo), pero hizo el intento. Reconozco que no lo escuché tanto, porque cantaba tan bajo que el animador tuvo que ayudarlo para que se escuchara. Aún así, al menos, cuando recuerde su única vez (o la primera) que canta en público tendrá que acordarse de mí (todo planeado).

Hacía bastante frío esa noche. Estábamos ebrios y teníamos que irnos a alguna parte. Había dejado su auto donde su amiga, que vive cerca de mi casa, pero no podía pasar allá en ese estado, así que le ofrecí quedarse conmigo. Curados y con frío, dormimos abrazados bajo las escasas capas de mi cama. Hace mucho rato no dormía acompañado y fue una rica experiencia.

Más motivado, comencé a prestarle un poco más de atención, por lo que nuestras conversaciones escuetas se hicieron más fluidas. Compartíamos "selfies" de nuestras actividades y nos piropéabamos a cada tanto.

(hora de dormir, mañana prometo seguir). Continuará...