En la mañana me desperté temprano, me metí a Grindr para entretenerme y acabar. Después seguí durmiendo.
Soñé que entraba en un ascensor. Ahí estaba mi match con nombre de superhéroe y otro tipo. Se besaban... en ese momento se me partió el alma y, como no sabía qué hacer al respecto, me metí al medio y nos besábamos los tres. Después de eso desperté, con una sensación de pena.
Qué lástima pensar lo que uno se puede humillar por alguien más, estando dispuesto, incluso, a recibir los desperdicios, conformándose con ser aquel a quien recurren cuando tienen "una necesidad", sólo con el fin de poder llenar, aunque sea un poquito, la gran carencia de afecto que nos invade. Y el problema es que justo aquel en quienes tenemos nuestro blanco es quien menos interés nos demuestra. ¿A qué se debe?
Si bien estoy conociendo a otro, que hasta el momento tiene mucha de las cosas que me gustan (ahora descubrí que no es tan demostrativo en palabras, lo que me asusta un poco) y me corresponde, según parece, no logra completar lo que espero. Y es que, lamentablemente, tanto el cerebro como el corazón (que sólo late y no siente), parecen tener un imán a todo aquello inalcanzable.
Justo mi match con nombre de superheroe me escribió para saber si estaba ebrio. Hace poco le había pedido concretar lo que nunca pudimos y que no es precisamente una relación amorosa. Cuando vi que me había escrito el corazón se me aceleró un poco y la tristeza de que no le importara volvió. Quizás lo mejor sea borrar su número y pedirle que me bloquee de cuanto lugar pueda. Quizás, con el tiempo, logre olvidarlo.
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